Cuando vi a Marcos la primera vez en persona, estaba subido en un escenario con una bolsa negra repleta de ropa usada que acababa de comprar en una “Paca”. Realizaba una especie de performance-yoga-striptease en el que se iba desvistiendo mientras se contorsionaba probándose una y otra vez las prendas que sacaba de la bolsa negra, al mismo tiempo que soltaba frases lapidarias y contundentes, máximas en torno al arte y a la fotografía.
El conjunto de imágenes que hemos extraído de sus redes sociales, hacen un comentario desenfadado de esta situación tan atípica por la que estamos pasando en el mundo. Construidas y reconstruidas justo en este tiempo extraño de confinamiento. Muy a su estilo, con el sentido del humor que lo caracteriza, alternando autorretratos con algunas de sus fotos emblemáticas. Irónico, divertido, incisivo, inteligente como siempre.
W.I.














